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La vivienda se localiza en la zona boulevard de la población de Jaén. La estrecha fachada de 6 metros y enorme profundidad característica de las parcelas de esta zona suponía un reto para la introducción de luz y espacialidad en el corazón de la vivienda.
A modo de puzle, la vivienda se inserta como la última pieza para completar el alzado conjunto de la calle, con una fachada blanca y limpia que rompe con el ritmo compositivo y cargado de las viviendas medianeras. Con el objetivo de romper la planeidad de estas fachadas y de proteger los huecos del soleamiento directo en esta orientación sur, se le genera un vacío central a modo de grieta, en el que se sitúan los principales huecos de planta baja y primera.
Unas contraventanas blancas de lamas regulables se sitúan en los huecos secundarios del plano principal de fachada, disimulando la presencia de los mismos en favor del vacío central y protegiéndolos también del soleamiento directo. La ventana subacuática superior de piscina completa el alzado del conjunto.
Una escalera peldañeada y abierta se sitúa a modo escultórico en el centro de la vivienda conectando todas las plantas, desde el salón-cocina-comedor de planta baja hasta la zona de estar de buhardilla. Los principales espacios exteriores se sitúan en el patio trasero de planta baja en continuidad con la zona de estar y en la terraza de buhardilla, la cual contiene la piscina y permite captar excelentes vistas del castillo Santa Catalina. Desde este punto se genera un hueco que permite canalizar luz a la escalera central.
