El proyecto consiste en la adaptación de un local de Jaén a sala de bingo y máquinas. Se pretende conseguir un espacio lo más diáfano y conectado posible. Los colores rojo, negro, blanco y gris se combinan en materiales textiles, pinturas y lacados para conseguir ese efecto.
En cuanto a la iluminación se integran las luminarias centrales para iluminación directa y las tiras de led perimetrales para la iluminación indirecta.
Una serie de pilares que quedan exentos en el centro de las salas se integran asignándoles unas características materiales singulares para darles un carácter escultórico, tales como anillos metálicos lacados, rodapiés altos, esquinas curvas y estuco.
El mobiliario de la sala, que consiste básicamente en mesas y sillas, se ha elegido en la misma gama de colores que la decoración de paredes, techo y suelos, de manera que todo cree una armonía que transmita bienestar.
